- 06-10-2016
La realización de ejercicio físico regular está recomendado por la comunidad médica ya que disminuye la mortalidad global, y especialmente, la muerte de origen cardiovascular. Sin embargo, en individuos con una cardiopatía no diagnosticada, llevar a cabo una actividad física puede llevar a un evento cardiaco, o incluso, a muerte súbita.
La muerte súbita en deportistas no es frecuente (en Italia se estima en 1 de cada 48000 deportistas), aunque hay enfermedades del corazón que predisponen a muerte súbita en 0.2 a 0.4% de los deportistas.
Las causas de muerte súbita en deportistas pueden ser de origen hereditario (miocardiopatía hipertrófica, displasia arritmogénica), trastornos arrítmicos (Síndrome de Brugada, Síndrome del QT largo), infecciones (miocarditis), adquiridos (enfermedad coronaria), etc.
Se ha demostrado que una correcta anamnesis y exploración física, así como la lectura de un electrocardiograma (ECG) por un cardiólogo experimentado descarta en un altísimo porcentaje estas anomalías cardiacas. En caso de alteración en alguna de dichas exploraciones, otras pruebas pueden realizarse para terminar de descartar cardiopatía: ecocardiograma, Holter, resonancia magnética...
Por ello, la Sociedad Europea de Cardiología recomienda al menos una visita al cardiólogo, así como la práctica de al menos un electrocardiograma a todo deportista antes de iniciar la práctica deportiva.